domingo, 31 de julio de 2011

Confusiones de un publicitario - 7


Me equivocaba al suponer que anunciado con varios meses de adelanto
mi asistencia al Gran Premio de Japón, en el que participaba un
coche esponsorizado por nuestro cliente de jeans, podría disfrutar
sin sobresaltos de una semana de vacaciones en el lejano oriente.
Pocas horas después de aterrizar en Narita y sin haber pisado aún
el circuito de Suzuka, nuestro cliente de automóviles me despertó
en mitad de la noche para preguntarme si se podía saber que
demonios hacía en el Japón, teniendo que presentar inmediatamente
la campaña para el lanzamiento de una serie especial.
Ahora ya sabéis que es lo que yo conozco del país del sol naciente.

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