Cuando las cosas comenzaron a ponerse feas de verdad, tuvieron que recurrir
al célebre plan en siete días que tanta fama había proporcionado a su autor
entre los profesionales de la cosmética política:
1- Opacidad total. 2- Negación absoluta. 3- Tergiversación múltiple.
4- Manipulación sistemática. 5- Mentiras palmarias. 6- Engaño descarado.
7. Falsedad manifiesta.
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