Ni se casaron en las Bahamas, ni el vestido era de Galliano.
Penélope y Javier contrajeron nupcias en Bárdenas de la Cruz,
un pueblecito manchego famoso por el jamón, del que se dice
que no es lugar para viejos.
Las testigos fueron Vicky, Cristina y una chica de Barcelona.
Y el traje de la novia era de Conchita, la costurera del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario