Lo que empezó siendo la típica serpiente de verano
cobra visos de realidad: en un sótano de Génova 13,
junto a la cabra de los legionarios de Cristo y un
saco de garbanzos que perteneció a Fraga, ha aparecido
una misteriosa mancha en la que se puede reconocer la
cara de don Carlos Arias Navarro.
Seguirenos informando.
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