viernes, 5 de agosto de 2011
Confusiones de un publicitario - 8
Fue una equivocación viajar hasta Australia para rodar un spot
que sería un fracaso, pero peor fue perder el bolso en Sydney
con todo lo necesario para poder regresar desde las antípodas.
Menos mal que el angel de la guarda me consiguió un salvoconducto
con el recorrí medio mundo, sin mayores problemas.
Hasta que aterricé a Barajas y la Guardia Civil me montó un pollo
memorable, prohibiéndome la entrada al pais por viajar sin papeles.
Un desagradable incidente que se vio agravado por la
furibunda intervención de la más peligrosa de mis novias,
que me esperaba con impaciencia.
Si es por los de la agencia, aún sigo en la aduana.
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