Aunque Ramírez no se ecuentra muy católico desde la ascensión
de Rubalcaba, ha salido a dar un paseo para charlar un rato con
su trastorno bipolar:
- Me acuso de haber pecado de incauto con Zapatero.
- No será porque no estabas advertido, Pedro.
- Fue por no hacerle el caldo gordo al felipismo, Padre.
- Pues ahora te van a dar dos tazas, hijo.
- ¿Salvaré mi alma, Padre?
- ¿Y de que te vale salvar el alma si pierdes el Mundo, Pedro?
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