A Santiago Romero lo elegí como copy nada más verlo.
Ese mismo día, al asignarle un folletazo terrorífico,
me miró con un ligero estrabismo diciéndome con fuerte acento gallego:
"Carallo Carlos, a ver si me me va a sangrar la nariz...".
Al poco tiempo la criatura ya andaba por los festivales,
tirándole de la cola a los leones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario