
1- La primera agencia en la que trabajé pertenecía a un general retirado bajo cuyas
ordenes hacíamos propaganda para las grandes empresas y monopolios del régimen.
Uno de los clientes más orondos era un jerifalte de la Empresa Nacional Calvo Sotelo llamado Don Leonardo Pardo.
¿Hace falta decir que un día me confundí y le llamé Don Leopardo?
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