martes, 4 de octubre de 2011

Confusiones de un publicitario - 15.


Cuando abandoné la mesa para tirarme vestido a la piscina en torno a la
que se celebraba la Cena de Clausura del Festival, sabía que estaba
cometiendo una equivocación de imprevisibles consecuencias.
Una de ellas fue casarme con aquella bonita chica que conocí en el agua,
nadando con su traje de Moschino.
Y otra, que la agencia me concedió el divorcio.
¿Conservará alguien el Nice-Matin del que fuimos portada al día siguiente?.

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