sábado, 23 de julio de 2011

Confusiones de un publicitario - 5


Sé que me moriré sin haberle dicho a nadie la sentencia que te consagra
como alguien poderoso: “No sabe usted con quién está hablando”.
A mí me lo espetó una vez un cliente de bigote pitillo, tirantes
de banderita nacional y aspecto de alto cargo del Movimiento, al ver mis
queridas All Stars sobre las alfombras de su despacho.
Tuve que admitir, tan confundido como aterrado, que, efectivamente,
no sabía con quién estaba hablando.
Fue uno de los muchos equívocos que originaron mis zapatillas en este negocio.

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